Diario de Abordo Cap.4: AVELLINO

Madrugar... ¡cuánto cuesta! Nos levantamos y desayunamos todos juntos, nos fuimos hacia la central de autobuses, y tras perder 2 por nuestra calaña de insípidos turistas, partimos hacia Avellino en busca de piso. A la llegada, el impresionante Teatro Carlo Gesualdo nos recibe, pero el bus sigue hacia el centro de la ciudad. Hoy es Cercedilla (en la sierra de Guadarrama, Madrid) quien viene a mi mente. Las montañas rodean la población, para llegar una de dos: o subes la montaña o atraviesas la montaña, tu sabrás el tiempo que tienes para perder...Hace frío, mucho más que en Salerno, y eso, a nuestro corresponsal en Madrid, se le olvidó comunicárnoslo: "el clima es similar al de Andalucía"... pues va a ser que no. Llegamos a la empresa interventora de nuestros contratos, que nos quieren tener controlados por si algo ocurriera en el teatro, la mujer, emocionada porque sabemos hablar italiano, no como otros compañeros que fueron a verla en la mañana temprano. En la noche, volvemos a Salerno para cenar en la misma pizzeria de ayer. Los fumadores de sustancias de dudosa fiabilidad legal, consiguen algo de la misma y el propietario del local lo organiza todo para una fiesta privada, pero en el momento que un señor, supuesto amigo del propietario, con cierta pinta de pertenecer a una asociación ilegal peligrosa de origen italiano temida en todo el mundo, decidimos abandonar el local y huir...

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