Proyectos pasados, proyectos venideros... c'est la vie.

Esta ha sido una semana realmente interesante, tal vez porque he podido reflexionar más a fondo sobre el cómo, cuándo y qué de mi día a día, posiblemente por dos razones casuales e inesperadas: mi última entrada en el blog (donde me han dicho que se sorprenden, no sé el porqué aún, si lo descubro te lo diré) y la otra, y tal vez la más trascendental, el haberme podido reunir de nuevo después de tanto tiempo con amigos, grandes personas y mejores profesionales, y compartir inquietudes de cómo nos va la vida. 

Y sobre la vida y de sus varapalos es de lo que se me había ocurrido escribirte, tal vez porque no me gusta ponerme de esa manera tan profunda contigo, y tampoco se me ocurriría hacerlo, por aquello de la mala leche que se me pone al mostrarme sobre la mesa diversas cuestiones que entran en materia de política y, ya sabes, de política no me gusta hablar. 

Es imposible que me olvide de este martes pasado en mucho tiempo, por el giro radical que he experimentado. He abierto los ojos sobre la industria a la que se supone que pertenezco, y de lo cubierta de mierda que está, fíjate si es profundo el asunto que puedes sumergirte y te quedarías sin aire antes de poder tocar el fondo. Pero nadie dijo que fuese fácil y hay atisbo de esperanza, tal vez porque todos solemos tener la ingenua ilusión de tocar el fondo por la parte más profunda, olvidando por completo la orilla y de comprar antes una bombonas de oxígeno antes de sumergirnos. Sí, lo siento, tengo que sumergirme, aunque pienses que estoy como una auténtica cabra, y sabes que nunca estuve bien de la cabeza en el fondo y, tras meditarlo mucho, creo que tengo que hacerlo, aunque tenga que ir muy poco a poco y los logros sean a largo plazo. 

Sé que te estás preguntando qué paso este martes, y realmente para ti no será absolutamente nada del otro mundo, pero para mi el Festival de Cortometrajes "Cortos con Ñ" fue algo así como un antes y un después. Sinceramente, la organización fue pésima (había que reservar entrada pero o reservaban overbooking o se pasaban la reserva por el forro), la presentación de "la gala" algo pésima y rozando el patetismo pero al menos, con cortometrajes de muchísima calidad. Y ahí es donde abrí los ojos. 

Llegué a la conclusión definitiva (aunque era algo que obviamente ya sabía) que hacer cine, ya sea en corto, medio o largo, solo lo aplicaré como hobby pasional, pero que, después de llevar varias organizaciones de eventos a las espaldas, debo publicitarme más. Sabes que no soy de complicarme y me gusta hacer las cosas de la manera más sencilla posible sin olvidar los detalles, pero si hubieses estado en aquel evento comprobarías cómo se prostituye el cine, el espectáculo y el entretenimiento... pero, ya sabes, c'est la vie (¿Por qué no la cambiamos?)  

Seguiré con mis eventos y espectáculos, con mis fotos y mis vídeos. Y espero que el "ya lo hago yo que no será tan difícil" vaya llegando a su fin.

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